RECORTES

Imagen tomada de Pixabay

Los hermanos Clara y Guido se dispusieron a viajar en colectivo en plena pandemia para cumplir con un encargo de su madre. En su región, se encontraban en la etapa de libre circulación, siempre y cuando se siguieran las medidas sanitarias impuestas para controlar el virus. Después de tantos meses de no utilizar los autobuses, subieron a uno casi trastabillando y se rociaron las manos con alcohol de la botella que pendía al lado del asiento del chofer. Observaron que antes de la llegada del virus, la unidad se llenaba de pasajeros, muchos de los cuales viajaban parados; pero ahora, la gente solo podía ir en el autobús si encontraba un asiento disponible. En el momento en que se dirigían a los asientos de atrás, ambos se fijaron en una mujer de sobretodo marrón que miraba por la ventanilla de uno de los asientos individuales.

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