
El ser de ojos amarillos se asustó cuando vio de cerca a la joven. La primera y última vez fue durante un atardecer, en la arboleda situada frente a la casa de la humana. La había observado acercarse como loca a la densa vegetación. ¡Él nunca había sentido tanto temor!
Sigue leyendo
Sigue leyendo
Debe estar conectado para enviar un comentario.